Dollar Selmouni se adentra en el funk brasileño en su nuevo single «Colocón»

Una inmersión atípica en el universo del funk carioca, junto al productor Lucas Otero, que abre una nueva etapa en su carrera

Tras un verano arrollador repleto de festivales, el Dollar Selmouni no pierde el pulso y arranca la temporada con una fusión sonora que promete ser adictiva. «Colocón» nos envuelve en un mar de beats brasileños, donde la voz privilegiada del artista urbano se mezcla con una lírica oscura que profundiza en traiciones, lealtades y demonios personales. Sin caer en la típica fórmula de la música de fiesta, el tema presenta una capa de misterio y reflexión que lo distingue. El groove es potente, pero no se trata solo de bailar: es una invitación a escuchar, sentir y pensar.

El tema cuenta con la colaboración del productor Lucas Otero, conocido por trabajar con pesos pesados como Christian Nodal, Peso Pluma o Don Patricio. No es la primera vez que Dollar y Otero unen fuerzas, su química creativa ya dio frutos en éxitos anteriores como «No saben como vivo» y «Habana». Sin embargo, «Colocón» lleva su colaboración a un nuevo nivel, explorando nuevos territorios sonoros.

En palabras del propio Selmouni, la canción marca un antes y un después: «Fue la primera que hice después de un mal momento y marca el inicio de una nueva etapa». La lealtad y el apoyo incondicional son los pilares emocionales de esta pieza, que según el artista trata de «una persona que siempre está ahí, aunque todo esté complicado».

El videoclip, dirigido por AfterLive Films, refleja ese ambiente decadente y cargado con una estética que roza el cine de terror, entre flashazos de luz que simbolizan el estado de «Colocón». Así, lo que podría parecer una simple canción de baile, se convierte en una experiencia visual y sonora cargada de simbolismo.

Con este nuevo sencillo, Dollar Selmouni reivindica la fertilidad de la música urbana, un terreno idóneo para la innovación, donde las influencias globales pueden dar lugar a piezas tan pegajosas como profundas. El funk carioca tiene aquí un nuevo aliado, y nosotros solo podemos rendirnos ante su groove.